3 de octubre de 2011

Nunca es demasiado tarde para una segunda oportunidad

No voy a mentir, no diré qué con el todo era más fácil, no diré qué cuando el apareció en mi vida automáticamente todos los problemas se desvanecieron, como ya he dicho no voy a mentir. Cuando el apareció las cosas eran difíciles, tenía qué mentir a mis padres, perdí grandes tardes con mis amigos por estar con el, estuve muchas noches sin dormir por su culpa, me rayaba demasiado por tonterías, y eso no era propio de mi. Ahora seguro qué muchos pensareis qué es mejor vivir sin el, qué me ha complicaso demasiado la vida, eso mismo pensaba yo, qué equivocados estabamos. Tal vez sin el las cosas se complicaran de vez en cuando y no veia a mis amigos tanto como me gustaria, pero ahora qué el no esta las cosas son el doble de difíciles, raro es cuando me veis sonreír desde es día en el qué el se fue, y las rayadas en vez de desaparecer se han transformado en estúpidas ilusiones qué no me dejan vivir la realidad ni el presente. Supongo qué muchos habréis oído eso de "contigo porque me matas, y ahora sin ti ya no vivo" no sabía lo jodidamente cierta qué podía ser está frase hasta ahora, ahora qué perdería los huevos por un minimo roce de mejilla, ahora qué sólo puedo recordar las tardes junto a el, ahora qué en lo único qué soy capaz de pensar es en sus labios, qué el dolor de el pasado ya ha sido borrado, qué el dolor del presente por no tenerlo me está matando poco a poco

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