15 de octubre de 2013

15-10-11

730 días a su lado y aún consigue sorprenderme cada vez que lo veo, aún sonrió como una idiota cada vez que me dice que me quiere, o cada vez que que me recuerda que lo soy todo para él. Es precioso, nunca te cansas de mirarle, es divertido sin pretenderlo siquiera. Le quiero, tengo la inmensa suerte de quererle. No puedes elegir si van a hacerte daňo en este mundo, pero si eliges quien te lo hace, me gustan mis elecciones, y espero que a él le gusten las suyas.
Él conoce hasta la peor versión de mi, y a pesar de ello se queda a mi lado, ayudándome a ser mejor.
Pensaréis que nunca me ha dado un infarto, pero es mentira, he tenido tres o cuatro, quizás más, pero perdí la cuenta. El primero seguramente fue cuando nos vimos por primera vez, el segundo cuando me acaricio, el tercero cuando nos besamos. No os equivoqueis, estos infartos cada vez que le veo no me quitan la vida, al contrario, es lo que me la da, porque ya no imagino un sólo día sin que él este en mi vida, no necesito aire, siempre que sea su aire el que respire, y mientras continúe susurrandome al oído, no necesitaré nada más.
Te quiero hasta la luna, ida y vuelta.