"Demasiadas cervezas" dijo al ver mi cabeza al lado de la suya en la almohada.

Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.

Si te vas no queda nada

Estas aqui, de pie parado en frente mia. Me miras, me miras con una cara completamente inexpresiva. No consigo saber lo que estas pensando, ni que es lo que quieres que te diga. Yo se lo que te quiero decir, que te quiero, que un dia lejos de ti no tiene sentido, que no quiero despertar si no estas tu apoyado en mi almohada todas las mañanas, que me cuesta no pensar en ti, que no se que me has echo. Pero no puedo, las palabras no me salen, en mi garganta hay un nudo, un nudo que no me deja hablar, que no me deja casi ni respirar. Te acercas lentamente, mi piel se estremece. Llegas hasta mi oido y me susurras si quiero decirte algo, que ahora es el momento. Vaya pregunta, claro que te quiero decir algo, que te necesito, que eres el unico que consigue que me estremezca con una simple mirada, que solo necesito tu sonrisa, tu felicidad para poder ser yo feliz, y que solo espero que tu sientas lo mismo. Pero los nervios y el jodido nudo de la garganta me impiden decir ni una palabra, absolutamente nada, simplemente sigo mirandote, sigo sin saber que cojones estoy haciendo y porque aun no te he besado. Tu mirada se desvia, tus ojos se llenan de lagrimas, y entonces con un simple adios te vas, te vas de mi vida y yo no puedo hacer nada, simplemente me quedo ahi parada, como una jodido gilipollas. Y ahora me arrepiento de no haber hecho nada. Y con una simple sonrisa, te vas de mi vida.

Y yo me muero de ganas de ganarte a ti.

Te vas, caminas con paso firme hacia un lugar de soledad, un lugar que es para olvidar. Te miro, observo como te vas de mi lado, así por que si, sin motivos, sin un porque. Y ahora no se que hacer, si seguirte, seguirte hasta el fin del mundo, hasta que tu decidas pararte en el camino o darme la vuelta y volver a aquel bar, ese bar al que siempre entro cuando ya no queda nada, cuando tu decides irte como ahora. Pero me he cansado, no voy a seguirte, ni voy a entrar en un bar para conseguir olvidarte, para ahogar tu ausencia, porque ya no mereces la pena. Vete y no vuelvas.