12 de enero de 2012

Adiós no significa siempre el final, a veces significa un nuevo comienzo

La lluvia resbala sobre aquel paraguas naranja chillón, aquel que ha visto mil tardes mas así, solo que esta vez la única que esta resguardada debajo de el, es ella, mientras que él se acerca con la misera protección de la capucha de su sudadera.
-Hola, ¿que tal?- El intento ser amable, y a su vez intento recuperar un trocito de aquel corazón, ahora roto, que una vez fue suyo, pero que no supo cuidarlo.
-Basta, no quiero fingir ni tener que verme obligada a contestar cosas que te dan igual, ya lo demostraste en su dia. Solo he venido para que me dieras mi collar.
"¿Como pude dejarla escapar?" Desde que la ha visto no ha podido parar de hacerse esa pregunta, y es que, como suele pasar, no se dio cuenta de lo todo lo que tenia, de lo que la necesitaba, hasta que se quedo sin ella, sin sus caricias, sin sus risas, sin sus charlas por teléfono hasta altas hora de la madrugada, sin el cariño que ella le daba.
-De acuerdo, como quieras. Aquí lo tienes.
Y con un simple "Gracias, adiós." se esfumo.

1 comentario:

  1. Precioso! Me encanta tu blog, pasate por el mío! Besos:)

    podemostocarelcielo.blogspot.com/

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