9 de noviembre de 2011

Cree oler su perfume en todos lados, como si la culpabilidad y el arrepentimiento le persiguieran. Recuerda el dulce tintineo de su falda al marcharse, los besos que le mandaba desde el autobus, y de los corazones que dibujaba con sus iniciales dentro. Le duele el recordar, y casi sin quererlo una lagrima empieza a caer por su rostro, la primera por una chica. Intenta deshacerse de ellas, borrar toda huella que dejen por su cara, intenta calmarse y dejar de llorar, "eso es de chicas" se repite, pero es inevitable, necesita llorar, y el silencio de su habiacion enseguida se rompe por un llanto desconsolado. Recuerda el dia que la perdio para siempre, aquel dia en el que todos sus amigos le comieron la cabeza, la primera vez que se dejaba influenciar y perdio a lo que mas queria, a alguien que necesitaba para sonreir. Piensa en ella, que estara haciendo, si habra otro, pero con este ultimo pensamiento no aguanta la rabia, los celos empiezan a apoderarse de el y tira al suelo todo lo que hay encima de la mesa, se siente mejor, pero no es suficiente, empieza a pegar puñetazos a una almohada, imaginando que es la cara del gilipollas que se cree con derecho a besarla. Su mano se desvia a la pared, le ha dolido, pero se siente mejor, y sigue pegandole a la pared, y sus nudillos empiezan a sangrar, pero no le importa, se imagina que es la sangre de aquel chaval, y cada vez golpea mas fuerte.
Pero algo que el desconoce, es que, por mucho que ella quisiera, no podra volver a estar con alguien en mucho tiempo, que todavia no ha olvidado a aquel chaval tan frio, a aquel que la dejo sin un motivo.

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