21 de agosto de 2011

Te cambio un si por ese "ya no puedo"

Y es que el orgullo no lleva a ninguna parte, por desgracia nos damos cuenta de ese detalle demasiado tarde. Cuando ninguno de los dos decide ceder, que el típico pensamiento estúpido de niña pequeña "hasta que el no me hable ni me pida perdón yo no le hablo" no da resultados, no soluciona nada, solo empeora la situación. Sabes que te mueres de ganas por hablarle, por coger el móvil y marcar ese jodido numero, pero entonces piensas "¿que le digo? Obviamente no le voy a pedir perdón, no me voy a arrastrar de esa forma ni le voy a dar ese gusto, mejor no le hablo, ya me hablare el, mas le vale" pero si tu no le llamas,  por qué debería el hacerlo? el orgullo nos cega, uno de los debe tomar las riendas, tener un poco de cabeza  y si de verdad quiere que todo siga igual, tragarse el orgullo y reaccionar, no pedir perdón si no ha echo nada, simplemente hablar las cosas y aclararlo, y por desgracia a nadie le parece lo mas acertado, simplemente esperan una disculpa que tal vez, jamas llegara

No hay comentarios:

Publicar un comentario