13 de enero de 2015

No me encuentra el día si no encuentro su boca

Y vuelvo a levantarme sin ti, con la misma canción, sonando en la misma radio, doliendo cada día un poco mas.
El sol sigue escondido detrás de una nube tan grande que llega hasta donde alcanza la vista, la necesita para esconder todo el dolor que le provocaste al decidir esconderte entre las sombras, tal vez ya no brille como antes y tema decepcionarte, o tal vez el sol también tenga una parte humana y haya decidido unirse a mi llanto cada medianoche.
Tu canción, que ya nunca mas lo sera, sigue sonando y taladrándome la cabeza, haciendo que recuerde que te fuiste, y que nunca volverás a cantármela en la ducha.
La luna hace meses que no consigue estar entera, que es incapaz de alumbrar mi noche, según cuentan desde que te fuiste, allá a donde quiera que hayas ido, un trozo de ella desapareció contigo, su otra mitad, y hasta que no vuelvas jamas iluminara como antes.
Malditas canciones, maldita radio, maldita tu.
Y cada tarde, al volver de la oscuridad del día, el abrigo que dejaste en el perchero me habla, pregunta por ti a todas horas y ya no se que decirle, que la ducha no deja de llorar cuando entro solo, y los monstruos de debajo de la cama vienen cada noche al no ver unas uñas de los pies pintadas.
He decidido cambiar de radio, no creo que soporte una vez mas esa canción sin ti, y aunque suene extraño, esta mañana un pequeño y casi imperceptible rayo de sol me ha levantado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario