7 de agosto de 2014

Su alegría me moja y yo soy esponja que lo absorbe todo.

El amor viene despacio, y se va tan rápido como la estela que deja en el cielo una estrella fugaz, y tal vez algún día podamos entender por qué. Por qué solo echamos de menos el sol cuando llueve, por qué echamos de menos reír únicamente cuando lloramos, por qué echamos de menos compañía cuando ya hemos decidido estar solos, por qué solo odias el camino cuando echas de menos tu hogar, y por qué solo la echas de menos cuando ya se ha ido.
Parecía todo sencillo al principio, no nos faltaba nada si estábamos juntos, no necesitábamos otros labios ¿Para qué? Nunca encontraría otros mejores, o eso pensábamos, de un día para otro el paraíso se rompió, ambos eramos codiciosos y deseábamos la manzana del pecado.

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