24 de octubre de 2012

Ando buscando tu piel, como el preso libertad

Aquel hotel, aquella habitación profanada por el sonido de mis tacones, y encima de aquella inmensa cama un par de rosas rojas, llenas de vida. Sonrisas a quemarropa, cigarrillos, un baño de espuma y una botella de alcohol. Y después nosotros, solo nosotros, y mas tarde sueños, sus sueños. Y como voy a dormir con su aliento en mi oreja, con tanto amor metido en esa habitación. Y después, un amanecer a su lado, y un "buenos días mi vida", que para mi, vale mucho mas que un "buenos días princesa", y después de esto un rápido desayuno, un par de besos y vuelta a la rutina, en la que faltan sus caricias, sus besos y por supuesto, el.

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