17 de febrero de 2011

Puke rainbows.

Me encanta caminar por la calle esas tardes de invierno, que mis mofletes enrojezcan a causa del frio. Me encantan las tardes de lluvia, pisar los charcos y empaparme los calcetines. Me encanta ir cantando por la calle sin importar si me oyen o no. me encanta la confianza que tengo en mi, mi positividad en los malos momentos. Me encanta pensar que no me olvidas, que aquellas tardes no quedaron en el olvido. Me encanta bailar sin ritmo, a lo loco. Me encanta pisar la arena de la playa, la sensación de la arena caliente entre mis dedos. Me encanta que mi pelo y mi piel huelan a sal. Me encanta que sea yo en lo último que piensas, que sea tu primer pensamiento al levantarte. Me encanta levantarme y poner primero el pie derecho, que puedo decir, soy supersticiosa. Pero hay una cosa que odio, que odio demasiado. Odio el recuerdo de la comisura de tus labios pronunciando una palabra que significa algo así como “hasta nunca”, esa imagen que nunca saldrá de mi cabeza. Y recuerdo mis lagrimas, las fotografías rotas en la papelera, nuestras sonrisas, nuestros momentos, pero del amor, ni rastro. Te lo llevaste con tu orgullo, y con tu despedida. 

1 comentario:

  1. Hay que disfrutar de cada momento y de cada segundo, porque nunca sabemos cuando puede llegar un hasta nunca, o un simple hasta luego.

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